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Alexander Anzola cumple 17 años dentro del dugout bengalí
Un “Caballo” en el Clubhouse
16/10/2019

Por Ana Isabel Pérez | Foto: Ana Isabel Pérez

A lo largo de sus 54 años, la organización de los Tigres de Aragua ha contado con muchos protagonistas que han enriquecido su historia y han trascendido con el pasar del tiempo. Desde directivos hasta jugadores y coaches, componen la bibliografía de una franquicia que ha saboreado las mieles de la victoria más que ningún otro equipo en lo que va de Siglo XXI. Pero tras bambalinas existen otros personajes que han sido pieza fundamental en todos los triunfos de la novena felina desde la década de los 2000. Alexander Anzola, pisó por primera vez el José Pérez Colmenares en la 2003-2004, año que marcaría el fin de la sequía, para ese entonces, era bat boy, hoy, como ha venido siendo desde hace 7 años funge como Jefe del Clubhouse bengalí y por su memoria recorren centenares de historias vividas en ese lapso, victorias y derrotas, campeonatos y eliminaciones, llegan a la mente de un hombre conocido por todos como “El Caballo”, un héroe anónimo que ha dedicado parte de su vida en la comodidad de los peloteros.

 “Desde mi llegada al equipo todo ha sido memorable, llegué en la 2003-2004 y he podido vivir muchos buenos momentos, el tricampeonato, la serie del caribe, han sido años bastante agradables, muy buenos para la afición, para el equipo y para toda Venezuela. Sin menospreciar al grupo de ahora, esos años estuvimos rodeados de buenos jugadores y fue una buena época”. Comentó Anzola quien va a su temporada 17 con los Tigres. “Mi vida es un antes y un después al estar junto a los Tigres, este aniversario sería mucho más bonito si lo celebramos con otro campeonato porque el pueblo de Aragua se lo merece”.

Al ser el único sobreviviente de la famosa dinastía y uno de los que pudo vivir más cerca que muchos aquellos títulos tan inolvidables, “El Caballo” enfatizó uno en específico. “Mi Campeonato preferido fue la 2006-2007, donde se derrotó aquí a Magallanes, ese vídeo siempre lo veo y revivo todas las emociones que sentí ese día, fue algo muy fuera de serie, porque ya en ese noveno inning estaba prácticamente perdido, íbamos 8 a 2”.  Anzola recordó una anécdota de lo que ocurrido ese día. “Miguel Cabrera se estaba cambiando porque ya prácticamente habíamos perdido, pero cuando comenzaron los lanzadores de Magallanes a lanzar bola y bola, y el equipo estaba cerca de empatar, a Miguel le tocaba el turno y tuvo que salir del dugout vistiéndose, colocándose la correa. Y la película se acabó cuando le tocó el turno a Alex Romero con ese batazo todo fue alegría, amanecimos en el estadio celebrando.” Agregó

Anzola, inició su trayectoria dentro del equipo siendo bat boy, hasta escalar al cargo que ejerce en la actualidad como Jefe de Clubhouse. “Duré diez años en el terreno, conocí a muchos peloteros, compartí con ellos, ya yo sabía lo que se debía hacer antes, durante y después de los juegos y no me arrepiento en nada de esos años.” Para Anzola sus experiencias dentro del terreno lo ayudaron a llegar al lugar donde se encuentra desde hace siete años.

“El Caballo” explicó que la función de un Jefe de Club House es mantener el orden dentro de la cueva, además de ocuparse de las distintas necesidades de los peloteros, siempre de la mano con los Clubies. Estos trabajos se hacen tanto en los juegos en casa como en los viajes. “Es importante que el pelotero cuando llegue tenga en su locker colocado su ropa, sus zapatos y todas sus pertenencias en orden, ese es el principal trabajo que tenemos los que trabajamos dentro del Club House”. Sentenció.

Alexander, dio a conocer la evolución del equipo luego de 17 años de crecimiento en conjunto. “Desde que tengo uso de razón el equipo en años anteriores tuvo un perfil bajo, pero con el trabajo de la directiva y de Buddy Bailey, quien para mí ha sido el mejor mánager que he visto y con quien con más compartí, todos ellos lograron sacar a flote al equipo, sin menospreciar a los que están ahora, hoy en día hay muchas caras nuevas, de jugadores que se van y luego regresan, pero en aquellos años era el mismo núcleo siempre”. Finalizó